TALLER MACEDONIO FERNÁNDEZ DE NARRATIVA

lunes, 15 de diciembre de 2014

Como la Gioconda

La alumna Isabel, joven criada a la antigua, vestida casi como una monja y con actitudes y aspecto similares a una monja -porque en algunos casos el hábito sí hace al monje- tenía serias dificultades con una materia: Filosofía. Su padre, hombre estricto, pero no al extremo -si había que virar viraba a diferencia de otros padres que de entrada delegan esos menesteres a sus esposas- decidió tomar cartas en el asunto después de comprobar que la tal Isabelita -luz de sus ojos- sólo conseguía aplazos en esa materia. Impuso algunas reglas que a veces resultaban y otras no: le prohibió las salidas con amigas, por ejemplo. Tampoco las podía recibir. Hasta cubrió con un paño negro el televisor. En los días previos al examen, todo quedó muerto en la casa. Isabel cursaba el primer año en la facultad y él todo lo hacia por su bien, por su futuro, ¿qué duda cabe? Si bien no había novelas, tampoco él podía ver su programa favorito. Valía la pena un poco de sacrificio por una hija universitaria. Así y todo, Isabel no lograba levantar sus notas ni medio punto. La madre, viendo tal situación -el marido al borde del colapso y a la hija más que angustiada- y siendo ella como era, mujer flexible tan flexible que habiendo visto en algunas ocasiones al profesor y conociendo algo de la vida le pidió una suma mas o menos importante a su marido y ante la pregunta de para qué la quería contestó: “para solucionar nuestro problema”, se bastó a sí misma para urdir un plan, porque la Filosofía se había convertido en un verdadero problema, en preguntas sin respuesta, un problema sin solución. La madre, mujer flexible tan flexible, va de compras con Isabel, vuelven con muchos paquetes. Isabel se prueba las medias negras, la minifalda roja y aparecen muy esbeltas sus piernas. Isabel, nostalgiosa, tironea un poco de la pollera, pero se mira de costado en el espejo y ya no tira de ningún lado. Se llena de satisfacción el rostro y abraza a la madre. El profesor esta tan contento con los adelantos de Isabel que antes de cada examen la pasa a buscar y se van en su auto azul. El padre mira a la madre de su hija, mujer flexible, tan flexible, y lleno de admiración dice: “¿Como no saber que todo era tan simple?” Ella sólo sonríe, como La Gioconda. * Como la Gioconda, 2014, inédito

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